El edificio del Real Club Náutico de San Sebastián es un edificio emblemático de la ciudad que se asemeja a un barco atracado al Puerto en la bahía de La Concha.
Fue construido en 1928 – 1929 según proyecto de los arquitectos José Manuel Aizpurua y Joaquín Labayen.
Desde su origen tuvo la máxima consideración artística y arquitectónica y hoy en día está considerado como una joya del racionalismo a nivel mundial. Recientemente ha sido formalmente declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de «Monumento».
Para comprender la génesis de este edificio es necesario tener una visión de la ciudad en su tiempo. En 1863 se derrumban las murallas y se inicia un desarrollo urbanístico modelo. Llega a ser la ciudad más moderna de España y Residencia de la Monarquía a principios del siglo XX. Los Reyes edifican su palacio sobre la playa y la ciudad se puebla con las residencias de familias nobles.
En 1887 abre sus puertas el Gran Casino (actual Ayuntamiento) que, con una construcción audaz por sus dimensiones, llega a ser uno de los más importantes de Europa. A su lado, se encuentra el edificio del Club Náutico.
El arquitecto D. José Manuel Aizpurua era socio del Club Náutico y un extraordinario regatista que llegó a ganar el Campeonato de Europa de «Star Class» en 1931. Su iniciativa artística sirvió de reclamo para la organización de exposiciones de Picasso, Miró, Picabia, Max Ernest… Tenía una personalidad de vanguardia, claramente reflejada en su obra. Fue amigo personal de García Lorca y propulsor de la poesía moderna de la generación del 27. Su obra del edificio del Náutico causó un gran impacto en todo el país y es la obra más importante en el contexto español del llamado Período Heróico de la Arquitectura Moderna.
Su concepción fue incluso anterior a Villa Savoye de Le Corbusier y la crítica de Europa y América le dedicó grandes elogios.